Arcoiris ignorado
Llamadme cursi, pero este tenía que ser el post que iba a hacer el día 29-04-08. Desgraciadamente, como respuesta, el destino me ha dado estrés hasta el punto que me paso el día con un tic en el ojo y no hay forma de quitármelo (prometo que es cierto).
Hace poco sabía la que se me echaba encima, pero aún llevaba una vida relativamente tranquila en la que me permitía tiempo libre, sobre todo por las mañanas en que me levantaba a la hora que canta el cerdo (donde veis la palabra "estudi" me la pasaba sobando cual marmota en hibernación). Actualmente mi horario es este:
Si veis algún hueco no os preocupéis, lo relleno con la rapidez del rayo (sábados y domingos inclusive).
Teóricamente tenía que ser un post en que expresaba las emociones que sentí al ver un arcoiris increíble en la calle contigua a la mía, en la que el suceso más remarcable que te pueda ocurrir es que te roben la cartera una panda de yayos asquerosos con pelucos en el forro del chaleco. Estaba delante del metro, esperando para sacar dinero para pagar el autocar a Granada cuando de repente vi algo maravilloso. Estaba allí, clarísimo, precioso, radiante con todos sus colores claramente definidos. Se alzaba por entre las casas, por encima del verde brillante de las nuevas hojas de los árboles y mucho más allá de las feas caras perdidas en el estrés rutinario, viendo pasar los coches, corriendo, maldiciendo la lluvia y este asqueroso tiempo indeciso. Fue magia. Parece que solo yo fuese capaz de alzar los ojos y ver algo de tan abrumadora belleza entre las gotas que caían sobre mi pelo, tiñéndolas de rojo.
Hoy poca magia ha habido. Tenía tortícolis, un tic en el ojo y curiosamente me he despertado sin la camiseta que llevaba cuando me fui a dormir. Esto último ha sido lo más raro de todo el día a parte del constante tic en el ojo izquierdo. También me he perdido yendo a la filmoteca, con lo que me he sentido algo estúpida, aunque por otro lado he visto sitios de Barcelona que no conocía como la Model (una prisión de la que desconozco porqué se llamará así).
Casi todo el día lo he dedicado a estar encerrada en la Casa de l'Ardiaca Desplà, donde ya no vive ningún "ardiaca" (cuya traducción desconozco al castellano) y hace muchos años fue reconvertida a archivo de la ciudad de Barcelona, antes había sido el colegio de abogados, pero eso ya es otra historia.
Desde el punto de vista histórico tiene bastante interés. Hay un buzón modernista muy mono, con cuatro golondrinas y una tortuga, tiene un significado pero no tengo ganas de explicarlo hoy. También es destacable que dicha casa aprovecha como pared un buen trozo de muralla romana que se ve desde la plaça de la Catedral.
L'ardiaca Desplà fue un humanista del siglo XIV, de los primeros (por no decir el primero) en toda Barcelona. Si por casualidad alguien no supiese qué es un humanista del s.XIV en Barcelona, podríamos definirlo sin demasiado riesgo de error como un friki anterior a la oleada frikista en que parece que estamos de moda. Eran personas que se flipaban con los restos romanos, Vitrubio y los grutescos, que eran un tipo de relieves que este hombre ponía donde le parecía, como en la puerta de entrada a pesar de que en tiempos romanos eran considerados decoración interior. De hecho el hombre este, trató de hacerse un palacete con un aire algo renacentista (con claros ramalazos de gótico mediterráneo) pegadito a lo más romano que había por allí: la muralla. Contaba con unas cuantas lápidas romanas y un sarcófago (de hecho si bajáis a la sala Dalmases lo encontraréis iluminado lúgubremente). Si buscáis por el google seguramente encontréis fotos de la casa.
Pues básicamente lo que hago es vaciar información del Libro de Acuerdos del 1740. Aquí una muestra fotográfica de mi desdicha:
Esta es la vista desde la ventana. La construcción de la derecha es la capella de santa Llúcia (una construcción románica). El bloque de la izquierda es la Catedral de Barcelona, esta parte que se ve es gótica. La palmera está dentro del patio de la Casa de l'Ardiaca. Pensad que es una contrucción bastante típica en los palacetes mediterráneos: patio cerrado, un poco elevado delante, con unas escaleras que llevan a la planta noble de la casa.
Ahí se ve una de las cuatro esquinas del edificio. En esta foto se vislumbra donde está el sitio de consulta del archivo y algo de la estructura del palacio. El papelaco de encima la mesa es el Libro de Acuerdos (Llibre d'Acords/Registro de Acuerdos... Llamádle X).
¡Esta es mi pesadilla! Aunque en esta foto solo se muestra la funda que lo protege.
Esto es el lomo de piel del tomo original exhibiendo la etiqueta que lo identifica.
Este es el cierre del tomo. Consta de una especie de ganchos metálicos que cierran el libro.
Esta es una vista general de la encuadernación. Es bastante bonito. Como comprobaréis, ya no se hacen libros como los de antes... *sigh* (Loth me contó que los libros actuales dentro de 80-100 años serán fosfatina, este tiene 260 años). Además las páginas por dentro tienen diferentes marcas de agua: el escudo de Barcelona, un rosario con un tocado de obispo o bien un castillo.
En esta foto se ve un poco mejor la solapa de piel del libro, con sus detalles.
Esta imagen simplemente muestra lo largo que puede llegar a ser sin que lo parezca. Hay un montón de documentos anexos que contribuyen a que sea un pasatiempo bastante tocanarices.
En esta foto igual se ve mejor las página en general. Hace rato que habréis observado que el papel es papel de barba. Es algo que agradezco profundamente dado que así no me corto mis ya maltratados dedos.
Este es uno de los documentos anexos. De hecho es el más bonito que me he encontrado. Una impresión de un soneto para no sé que leches. Seguramente algún asunto importante de la ciudad... o no.
Como habréis comprobado el soneto no ha pasado a la historia... razones obvias habrá. Hace 2 siglos y medio también había poetas por encargo de una calidad más que cuestionable. Hoy en día hacen slógans para marcas de detergentes y cada cuatro años trabajan dentro de las campañas políticas.
La verdad es que estos libracos viejos me encantan; me gusta su olor, me gusta su tacto, me gusta el sonido de las páginas al pasarlas... Uno de los principales problemas es que es un manuscrito y se entiende más bien poco de la caligrafía de la época (creedme, trabajarse un libraco de 211 páginas manuscrito es una tarea criptográfica y de ingenio bastante importante; entenderás dos palabras, captarás muchos símbolos, pero no diferenciarás la "s" de la "r" ni la "G" de la "S"). Me faltan dos pegas más:
- El tipo de tinta: Hay dos tipos de tinta: aguada y sin diluir. La aguada tiene la dificultad de ser más transparente, lo que hace un tanto complicada su lectura en algunas partes. De hecho es la más utilizada en todo el libro y la que podéis ver en las páginas "normales" que os he puesto de ejemplo más arriba. Aunque realmente su dificultad es irrisoria. El verdadero problema reside en la tinta sin diluir, donde ha traspasado el papel (lo típico de los bolígrafos no grasos) e incluso lo ha oxidado de manera bastante visible e incluso tangible ya que en la mayor parte de los escritos de estas características la tinta se ha comido literalmente el papel y se ven agujeros por doquier que mantienen la forma de las palabras.
- Pececitos de plata: Hace un tiempo hubo una plaga de estos bichillos inofensivos para los humanos y grandes amantes de la cultura impresa, a la que ven unas inexplicables cualidades culinarias. En el caso del papel de calidad le hacen un poco más de ascos; supongo que el papel con celulosa de algodón no les gusta tanto, eso de comer trapos no le suele gustar a nadie. Aunque si ven algún tipo de papel pegado en relieve se nota enseguida como han dado buena cuenta de él (ver foto).
En teoría el objetivo es buscar información relacionada con la historia del arte. Así que busco: referencias a edificios, tanto fiestas religiosas como seglares (de estas últimas aún no he encontrado), procesiones (hay constancia de graves problemas con el exceso de lluvia, a punto de echar a perder cosechas enteras). Por todos lados se entreven problemas económicos bastante importantes; se quejan del terciopelo roído y cochambroso que había en los bancos del presbiterio de la Catedral donde se sentaban los regidores, que no hay manera de cambiarlo debido al poco dinero del que se dispone pero por otro lado ya no se puede dilatar más la espera para su renovación... así que cojen un mantel del ayuntamiento y ala, recorta y pega (pensad que iba a venir gente importante y debía de dar bastante penita). Hay que tener en cuenta que todo eso era en tiempos de la ocupación borbónica, la cosa no debía de ir muy bien ya que Barcelona quedó bastante castigada; se construyó una ciudadela (destruyendo buena parte de la ciudad) donde actualmente hay el precioso Parc de la Ciutadella. Podréis encontrar cosillas sobre el tema aunque normalmente escritas de forma bastante subjetiva.
Pues nada, si yo me quejo, que solo tengo 211 páginas, imaginad algunos de mis compañeros que tienen libros de 500.
En fin, mucho trabajo. Dudo que en estas condiciones pudiera percatarme de ningún arcoiris.
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