De vuelta al mundo real, una vez más. Qué suerte la nuestra.
...y llegó el día. Lunes después de puente. Y qué puente! sobre todo para quienes, como Aigh y yo, hemos ligado domingo 3 y miércoles 6, de modo que no hemos asomado nuestra ojerosa faz por las aulas en nueve días. Un señor puente de quince arcos. Diversión y dispersión en la más grata de las posibles compañías. Simplemente inolvidable.
Aquello quedo atrás hace ya a estas horas una eternidad. Esta mañana, la dura realidad me despertó a bofetadas al ritmo de una enervante "melodía" midi (la más enervante posible. De esas que destruyen definitiva y cruelmente toda esperanza de permanecer acurrucado a Morfeo cinco minutitos más) a las seis y cuarto. Hurra. Repto desde la cama, bostezando de ilusion por volver a pisar la Facultad (no me malinterpreteis. Me quedaría muy corto diciendo que me encanta aquello que estudio... lo que pasa es que lo disfrutaría un poquito más si me lo impartieran después de dormir una cantidad de horas decente; no se si me explico) y ver a los colegas (gente magnífica a la que me encanta ver... en circunstancias más amables. Fuera de las aulas, a ser posible). Por "suerte" tenía poco agradables pero ineludibles tareas que hacer, de modo que tan solo he asistido a las prácticas. Creedme; no ha sido una juerga.
Mañana o pasado volveré a estar plenamente inmerso en mi autoimpuesta soga. Prácticas y clases por la mañana, estudio y gimnasio por la tarde, ducha-cena-y-fin. Aunque todo este texto parezca indicar lo contrario, no me quejo mucho. Quiero hacer las cosas que hago, y cambiaría pocas cosas de mi vida, hoy por hoy. Tendría a Aigh más cerca (lo más lejos, a mi lado), y poco más. Esta rutina, a fin de cuentas, me la he diseñado yo...
Pero es una rutina! lo es, en todo caso! Gris y densa rutina, de la que empapa a las personas y las cala hasta hacer enfermar su alma. De esa, de esa! Algún día quizás escriba aquí mis teorías sobre la deshumanización por rutina (con las que ya he atormentado a casi tod@s aquell@s que me conocen personalmente, y a algun@s otr@s también), pero HOY NO ES ESE DÍA. Tan solo quiero mencionar... os habéis fijado qué poco tiempo queda para un@ mism@ después de "cumplir" con todas esas cosas tan absolutamente esenciales que hay que hacer para ser una persona de provecho y tal? Hace unas semanas descubrí con horror que fue necesario sentirme enfermo para considerar que estaba moralmente autorizado a dar un paseo y despejarme; que, para pensar un rato mientras miro patos en un estanque, era necesario faltar a mis obligaciones. Os sentís identificados? En fin... gracias a Dios que hay puentes como el de esta semana pasada.
Cada vez que me planteo si es esto lo que quiero para mi vida, me respondo lo mismo: que esto es el periodo de formación, y que ya haré otras cosas que me llenen en aquellas parcelas de mi que aún no están satisfechas. Sí... misma cantinela de siempre. Quizás mañana esté mejor. Es lo que dice todo el mundo, de una u otra forma. Querría salvar de forma decidida los obstáculos que me separan de mi Aigh sin más contemplaciones. Quisiera vivir experiencias fuera de mi jaula, ver mundo, conocer... No te estoy diciendo nada, verdad? Probablemente, tu también. Ya sabes; quizás mañana...
... Qué pena que no podamos saber lo que pasará mañana. Una pena que, si esta tarde estuviese muerto, habría vivido tan solo para un mañana que ya no existirá. Muchos sacrificios en vano, verdad? Lo curioso es que, cuando la gente -de la edad que sea- va a morir, suele arrepentirse de no haber vivido como hubiese querido.
Supongo que, si te pasa como me pasa a mi, solo quedan dos opciones: Confiar en que viviremos suficiente como para ver tiempos mejores y en que seremos suficientemente humildes como para no embarcarnos en una nueva meta de la que dependa nuestra felicidad cada vez que terminemos con la anterior, o bien vivir el hoy de una manera que nos acerque a esa felicidad sin poner las esperanzas en el breve -brevísimo- lapso de tiempo que podemos robarle a la Nada. Vaya... que conclusión tan sosa, verdad? tan tópica! Carpe Diem otra vez? Pues... sí. Todos estos rodeos no son más que las reflexiones de un idiota que traza espirales mentales. Vueltas y vueltas para llegar a lo que ya sabias. No merezco ser escuchado, porque mañana, si sigo vivo, volveré a levantarme temprano y a apretar todo lo posible los grilletes sobre mis horas. Bueno... ahí queda, para lo que sirva. Quién sabe? quizás tú sí seas capaz de cambiar tus esquemas. Me gustaría pensar que sí.
Blogger: Moreloth
Aquello quedo atrás hace ya a estas horas una eternidad. Esta mañana, la dura realidad me despertó a bofetadas al ritmo de una enervante "melodía" midi (la más enervante posible. De esas que destruyen definitiva y cruelmente toda esperanza de permanecer acurrucado a Morfeo cinco minutitos más) a las seis y cuarto. Hurra. Repto desde la cama, bostezando de ilusion por volver a pisar la Facultad (no me malinterpreteis. Me quedaría muy corto diciendo que me encanta aquello que estudio... lo que pasa es que lo disfrutaría un poquito más si me lo impartieran después de dormir una cantidad de horas decente; no se si me explico) y ver a los colegas (gente magnífica a la que me encanta ver... en circunstancias más amables. Fuera de las aulas, a ser posible). Por "suerte" tenía poco agradables pero ineludibles tareas que hacer, de modo que tan solo he asistido a las prácticas. Creedme; no ha sido una juerga.
Mañana o pasado volveré a estar plenamente inmerso en mi autoimpuesta soga. Prácticas y clases por la mañana, estudio y gimnasio por la tarde, ducha-cena-y-fin. Aunque todo este texto parezca indicar lo contrario, no me quejo mucho. Quiero hacer las cosas que hago, y cambiaría pocas cosas de mi vida, hoy por hoy. Tendría a Aigh más cerca (lo más lejos, a mi lado), y poco más. Esta rutina, a fin de cuentas, me la he diseñado yo...
Pero es una rutina! lo es, en todo caso! Gris y densa rutina, de la que empapa a las personas y las cala hasta hacer enfermar su alma. De esa, de esa! Algún día quizás escriba aquí mis teorías sobre la deshumanización por rutina (con las que ya he atormentado a casi tod@s aquell@s que me conocen personalmente, y a algun@s otr@s también), pero HOY NO ES ESE DÍA. Tan solo quiero mencionar... os habéis fijado qué poco tiempo queda para un@ mism@ después de "cumplir" con todas esas cosas tan absolutamente esenciales que hay que hacer para ser una persona de provecho y tal? Hace unas semanas descubrí con horror que fue necesario sentirme enfermo para considerar que estaba moralmente autorizado a dar un paseo y despejarme; que, para pensar un rato mientras miro patos en un estanque, era necesario faltar a mis obligaciones. Os sentís identificados? En fin... gracias a Dios que hay puentes como el de esta semana pasada.
Cada vez que me planteo si es esto lo que quiero para mi vida, me respondo lo mismo: que esto es el periodo de formación, y que ya haré otras cosas que me llenen en aquellas parcelas de mi que aún no están satisfechas. Sí... misma cantinela de siempre. Quizás mañana esté mejor. Es lo que dice todo el mundo, de una u otra forma. Querría salvar de forma decidida los obstáculos que me separan de mi Aigh sin más contemplaciones. Quisiera vivir experiencias fuera de mi jaula, ver mundo, conocer... No te estoy diciendo nada, verdad? Probablemente, tu también. Ya sabes; quizás mañana...
... Qué pena que no podamos saber lo que pasará mañana. Una pena que, si esta tarde estuviese muerto, habría vivido tan solo para un mañana que ya no existirá. Muchos sacrificios en vano, verdad? Lo curioso es que, cuando la gente -de la edad que sea- va a morir, suele arrepentirse de no haber vivido como hubiese querido.
Supongo que, si te pasa como me pasa a mi, solo quedan dos opciones: Confiar en que viviremos suficiente como para ver tiempos mejores y en que seremos suficientemente humildes como para no embarcarnos en una nueva meta de la que dependa nuestra felicidad cada vez que terminemos con la anterior, o bien vivir el hoy de una manera que nos acerque a esa felicidad sin poner las esperanzas en el breve -brevísimo- lapso de tiempo que podemos robarle a la Nada. Vaya... que conclusión tan sosa, verdad? tan tópica! Carpe Diem otra vez? Pues... sí. Todos estos rodeos no son más que las reflexiones de un idiota que traza espirales mentales. Vueltas y vueltas para llegar a lo que ya sabias. No merezco ser escuchado, porque mañana, si sigo vivo, volveré a levantarme temprano y a apretar todo lo posible los grilletes sobre mis horas. Bueno... ahí queda, para lo que sirva. Quién sabe? quizás tú sí seas capaz de cambiar tus esquemas. Me gustaría pensar que sí.
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