Iba a redactar algo sobre mi viaje, no estoy muy segura de como me va a quedar y disculpad la ortografía, gramática y el léxico más bien pésimos que pueda tener esta entrada, pero un viaje de 14 horas deja huella en mi pequeñito, estresado e inquieto cerebrito q alguien dijo que había en mi cabeza.
La Ida
El viernes día 2 de diciembre fuí de Barcelona a Granada. El viaje de ida, al revés que el de Tolkien, es mucho menos interesante que el de vuelta. El viaje del viernes me lo pasé hablando con mi compañero de asiento, muy simpático él, con un acento turco bastante marcado. Hicimos papiroflexia y dibujamos tonterias mientras no podiamos dormir y yo poco a poco me iba mareando sintiendo escalofríos y náuseas, sobretodo al salir de la estación de Alicante.
Salí a las 5 de la tarde, según el billete a las 17:01, también es tontería poner :01 total siempre sale tarde. A las 20:00 llegamos a l'Aldea (pueblecico que hay al Delta de l'Ebre muy cerca de la Comunitat Valenciana), en un área de servicio donde siempre paramos, algo natural trantándose de un área de servicio de la misma compañía de autobuses en la que yo viajaba. Allí acabé de perfilar el plan maléfico y maligno que iré explicando a medida q avance el texto. Llamé a mi Compi diciéndole que acababa de salir y que llegaría sobre las 12 del mediodía. A partir de aquí pienso dejar a vuestra imaginación el resto de horas de insomnio, fatiga, mareo y demás inconvenientes del viaje en autocar.
Llegué a Granada a las 7:27 más o menos, entre y 25 y 29. La novia de Ismail (el chico que tenia al lado durante el viaje) me dijo, con un acento granadino perfecto al contrario q su novio O__o, q cogiera el 33 en la parada de autobuses q hay delante de la estación de autobuses de Granada, q me llevaría al Paseo del Salón y allí encontraría la parada del autobús de la Alsina Graells q me permitiría llegar hasta casa de mi Compi. Llegué al Salón, cargadita como una mula con la guitarra, la mochila y la maleta, y como siempre, Aigh haciendo amigos como Mayoral en la misma parada del autobús, hablando con un señor q estaba hasta las narices del servicio de autobuses de la Alsina, estuvimos esperando desde las 8:00 hasta las 8:30 o así, con un frío húmedo q me lo hizo pasando bastante mal (¬¬ mi Compi me dijo q no hacía falta el anorak...). En el autobús estuve hablando con el señor ese, q se bajó un poco antes q yo y no me robó ni violó ni me apalizó, q es lo q me dijeron q pasaba si hablaba con desconocidos, por lo visto se reprimió las ganas. Otro señor quiso empezar otra conversación a partir de q él tiene casi toda la familia en Catalunya, pero como tenía q bajar le dije: -uoh en serio? q bien! ^^- y me fuí sin despedirme ni nada, le di las gracias al conductor q aguantó mis dudas sobre donde tenía q bajar, dándole por saco y esas cosas, me supo un poco mal por el hombre con pinta de gañán que para ser simpático inició una conversación, pero weno la vida es cruel con los gañanes -__-... y los simpáticos.
Miré a cada lado de la carretera, pasé sin que me atropellara ningún vehículo, persona o cosa que pasara por allí y llegué hasta la esquina peligrosiya que Loth me dijo que tuviera mucho cuidado al pasar (para variar). Llegué hasta la puerta de su casa y llamé al móvil a su padre que el pobre debía de estar durmiendo (disculpas de mi parte), se quedó un poco flipando de saber q estaba delante de casa, normalmente siempre viene a buscarme junto con mi Compi en coche (algo que le agradezco muchísimo). Muajajaja! Esta vez no fué así! Bajé las escaleras con él e irrumpí al cuarto totalmente desastroso y desordenado (tal y como lo recordaba, un cuarto con personalidad propia) de Loth. Dentro del cuarto había Mi Cosa Preciosa medio dormida con legañas y despeinada intentando arreglar el caos desde su interior, moviendo ropa y recolocándolo todo. La verdad es que durante los 9 días q estuve allí, no se volvió a tocar nada de esa habitación con la intención de ponerle orden desde cuando Loth soltó el cachito de caos q tenía en sus manos para darme un abrazo... el resto es demasiado maravilloso como para ser descrito (y por favor no caigáis en la bajez de pensar en algo lujurioso... pensad q teníamos público y teníamos que mantener la compostura... o por lo menos la ropa puesta ¬¬). Desde el día 15 de octubre a las 10:30 de la mañana hasta el día 2 de noviembre a las 9:00 que no nos habíamos visto, lo que hace un total de 1150 horas y 30 minutos (exactos) en los que Aigh estuvo solita guardando besitos en la almohada para el ser con quien piensa compartir su vida.
Durante esta semana la actividad intelectual fué básicamente por vía audiovisual, tele y charlas de brasero, algo q agradece todo buen frikie con dioptrias debido a la lectura habitual desde pequeñita a los 6 años en q pasaba las noches con una linterna bajo la sábana, con el corazón acelerado por el hecho de estar haciendo algo, dentro de la legislación familiar, penado con algún estúpido castigo y por la lectura en sí que se hacía de esta forma aún más trepidante... en fin, tiempos mágicos pero que ya han quedado muy atrás en el vago recuerdo de una memoria infantil... a los 19 años el hecho de poder tocar tus sueños y "escribir" un libro con mi vida creo que es algo casi más mágico, los sueños y metas infantiles más dulces e increíbles (los más profundos, los otros son demasiado estúpidos como para ser recordados sin reírte un poco de tu caprichos@ niñ@ interior) se precipitan sobre la conciencia que siente q le estás fallando a alguien si no los sigues. Cuando estoy llegando a Granada siento que mis ilusiones y posibles sueños se acercan en proporción con la cercanía entre Loth y yo, y que abrázandole, abrazo también mi futuro más preciado.
Blogger: Aighash
La Ida
El viernes día 2 de diciembre fuí de Barcelona a Granada. El viaje de ida, al revés que el de Tolkien, es mucho menos interesante que el de vuelta. El viaje del viernes me lo pasé hablando con mi compañero de asiento, muy simpático él, con un acento turco bastante marcado. Hicimos papiroflexia y dibujamos tonterias mientras no podiamos dormir y yo poco a poco me iba mareando sintiendo escalofríos y náuseas, sobretodo al salir de la estación de Alicante.
Salí a las 5 de la tarde, según el billete a las 17:01, también es tontería poner :01 total siempre sale tarde. A las 20:00 llegamos a l'Aldea (pueblecico que hay al Delta de l'Ebre muy cerca de la Comunitat Valenciana), en un área de servicio donde siempre paramos, algo natural trantándose de un área de servicio de la misma compañía de autobuses en la que yo viajaba. Allí acabé de perfilar el plan maléfico y maligno que iré explicando a medida q avance el texto. Llamé a mi Compi diciéndole que acababa de salir y que llegaría sobre las 12 del mediodía. A partir de aquí pienso dejar a vuestra imaginación el resto de horas de insomnio, fatiga, mareo y demás inconvenientes del viaje en autocar.
Llegué a Granada a las 7:27 más o menos, entre y 25 y 29. La novia de Ismail (el chico que tenia al lado durante el viaje) me dijo, con un acento granadino perfecto al contrario q su novio O__o, q cogiera el 33 en la parada de autobuses q hay delante de la estación de autobuses de Granada, q me llevaría al Paseo del Salón y allí encontraría la parada del autobús de la Alsina Graells q me permitiría llegar hasta casa de mi Compi. Llegué al Salón, cargadita como una mula con la guitarra, la mochila y la maleta, y como siempre, Aigh haciendo amigos como Mayoral en la misma parada del autobús, hablando con un señor q estaba hasta las narices del servicio de autobuses de la Alsina, estuvimos esperando desde las 8:00 hasta las 8:30 o así, con un frío húmedo q me lo hizo pasando bastante mal (¬¬ mi Compi me dijo q no hacía falta el anorak...). En el autobús estuve hablando con el señor ese, q se bajó un poco antes q yo y no me robó ni violó ni me apalizó, q es lo q me dijeron q pasaba si hablaba con desconocidos, por lo visto se reprimió las ganas. Otro señor quiso empezar otra conversación a partir de q él tiene casi toda la familia en Catalunya, pero como tenía q bajar le dije: -uoh en serio? q bien! ^^- y me fuí sin despedirme ni nada, le di las gracias al conductor q aguantó mis dudas sobre donde tenía q bajar, dándole por saco y esas cosas, me supo un poco mal por el hombre con pinta de gañán que para ser simpático inició una conversación, pero weno la vida es cruel con los gañanes -__-... y los simpáticos.
Miré a cada lado de la carretera, pasé sin que me atropellara ningún vehículo, persona o cosa que pasara por allí y llegué hasta la esquina peligrosiya que Loth me dijo que tuviera mucho cuidado al pasar (para variar). Llegué hasta la puerta de su casa y llamé al móvil a su padre que el pobre debía de estar durmiendo (disculpas de mi parte), se quedó un poco flipando de saber q estaba delante de casa, normalmente siempre viene a buscarme junto con mi Compi en coche (algo que le agradezco muchísimo). Muajajaja! Esta vez no fué así! Bajé las escaleras con él e irrumpí al cuarto totalmente desastroso y desordenado (tal y como lo recordaba, un cuarto con personalidad propia) de Loth. Dentro del cuarto había Mi Cosa Preciosa medio dormida con legañas y despeinada intentando arreglar el caos desde su interior, moviendo ropa y recolocándolo todo. La verdad es que durante los 9 días q estuve allí, no se volvió a tocar nada de esa habitación con la intención de ponerle orden desde cuando Loth soltó el cachito de caos q tenía en sus manos para darme un abrazo... el resto es demasiado maravilloso como para ser descrito (y por favor no caigáis en la bajez de pensar en algo lujurioso... pensad q teníamos público y teníamos que mantener la compostura... o por lo menos la ropa puesta ¬¬). Desde el día 15 de octubre a las 10:30 de la mañana hasta el día 2 de noviembre a las 9:00 que no nos habíamos visto, lo que hace un total de 1150 horas y 30 minutos (exactos) en los que Aigh estuvo solita guardando besitos en la almohada para el ser con quien piensa compartir su vida.
Durante esta semana la actividad intelectual fué básicamente por vía audiovisual, tele y charlas de brasero, algo q agradece todo buen frikie con dioptrias debido a la lectura habitual desde pequeñita a los 6 años en q pasaba las noches con una linterna bajo la sábana, con el corazón acelerado por el hecho de estar haciendo algo, dentro de la legislación familiar, penado con algún estúpido castigo y por la lectura en sí que se hacía de esta forma aún más trepidante... en fin, tiempos mágicos pero que ya han quedado muy atrás en el vago recuerdo de una memoria infantil... a los 19 años el hecho de poder tocar tus sueños y "escribir" un libro con mi vida creo que es algo casi más mágico, los sueños y metas infantiles más dulces e increíbles (los más profundos, los otros son demasiado estúpidos como para ser recordados sin reírte un poco de tu caprichos@ niñ@ interior) se precipitan sobre la conciencia que siente q le estás fallando a alguien si no los sigues. Cuando estoy llegando a Granada siento que mis ilusiones y posibles sueños se acercan en proporción con la cercanía entre Loth y yo, y que abrázandole, abrazo también mi futuro más preciado.
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