30/9/07

Terror en la carretera

He vuelto de Granada. Por Dios, a todo bicho viviente que no luzca un pene, por favor, que se abstenga de subirse a un autobús de ALSA. Cuando leáis el post lo entenderéis.

Por cierto, este post es largo de la releche. Quien avisa no es traidor XD.

Intento pasar mis últimos buenos momentos con Loth antes de coger el autocar, intentando seguir en un estado de ánimo óptimo y no pensar en las nauseabundas emanaciones que exhalan los autocares en la estación. Besitos, saltitos, cancioncillas y abracitos... nos venden una pulsera de cuero por 2€ (cada día está más cara la venta ambulante). Besitos, saltitos, cancioncillas y abracitos... llega el autobús con media hora de retraso y meto las cosas en el maletero, intento ayudar a una mujer a poner su equipaje y me mira con cara de "¿que cojones estás haciendo?". Y otra vez besitos, saltitos, cancioncillas y abracitos... hasta que subo en el autocar. Loth se hace paso entre el pasillo a reventar de gente para darme las gafas que me había dejado en el bolsillo de su chaqueta. Este será el último contacto con su preciosa mano de niña y con él de hecho. Al salir del autobús aún tengo tiempo de verlo unos segundos y por señas le pido que me llame. Enciendo el móvil, en el que a penas hay batería, lo justo para decirle que no me habían dado el asiento en ventana después de haber pedido "por favor" a la señora/ita que me dio el billete que mirase si había uno libre (que los había). Pues nada, a través de un señor con collares de oro, barrigón y con un perfume a tabaco que hubiese repelido incluso a un carretero, hacía señas a mi Cosa y le mandaba besitos.
Sale el autocar y me mantengo sentadita en mi puesto, con los zapatos calzados aún y el cuello torcido. A la primera parada de 5 minutos el señor-colilla de mi lado, al que había informado de la mala gaita de la empleada de Alsa a la que había pedido un asiento en ventana, baja a fumar (previsible). Aprovecho el momento para salir de donde estaba y ocupar 2 sitios libres que había un poco más atrás... y al hombre-colilla no se le ocurre nada más que irse de su asiento (¿lo habría incomodado? Ni lo sé ni me importa demasiado). Okupo sin contemplaciones el reposa-culos de la colilla humana. Me quito los zapatos, me espachurro en "la butaca", pongo la cabeza como y donde puedo. Observo triunfante que mi nuevo asiento es el 42.

El paisaje que puedo ver (es de noche y no se ve casi nada) es precioso. La luna es grande y amarilla, cubriéndose levemente por un velo de nubes de forma intermitente. El mar de olivos cuya silueta es recortada por la suave y amarillenta luz de la luna está ante mi. Hace años me impresionó muchísimo ver los latifundios andaluces, acostumbrada como estoy a ver los cultivos entre "marges" (no sé como decirlo en castellano, la traducción chapucera vendría a ser "márgenes"), cuya delimitación se ve a simple vista y es prescindible la ayuda de una avioneta o un satélite, casi siempre se ve un bosque detrás. El autobús recorre kilómetros y kilómetros de campos de olivos que a pesar de su belleza me inquietan, pues para la vuelta a Barcelona no recordaba haber hecho nunca ese trayecto.
Hacemos una parada de 40 minutos para cenar. Aviso a la chica que tengo detrás mía (está dormida, es coreana y no sabe castellano ergo no se ha enterado de nada). Entramos en el bar del hotel enfrente del que hemos parado, nos sentamos y saco mis galletas con chocolate y la botella de agua. Le digo en mi oxidadísimo inglés que no sé donde estamos. No me entiende o me ignora. Se lo repito al cabo de un rato y le añado que nunca había hecho esta ruta. Estoy nerviosa y empiezo a notar como un escalofrío me recorre la espalda hasta el cogote... ¿y si me he equivocado de autobús? Sin móvil y perdida al otro lado de España. Me saca un horario del bolsillo... el autobús de las 20:15 pasa por Jaén y Albacete (se ve que es más directo). Dios que susto, suerte que me lo dijo, que sin Biodramina y con incertidumbre, dormir en un autocar en un viaje de unas 14 horas es aún más difícil de lo que uno se cree y normalmente al trayecto lo acompañan retortijones y sudores fríos nada recomendables para alguien que se marea. Durante la "cena" (en que no comimos nada ninguna de las dos), comentamos el amontonamiento de pies de un desconocido en su asiento. Hasta que no supe que en el asiento de detrás se amontonaban unos 4 pies, dos de ellos callosos, con juanetes y apestosos, creía que la apestada era yo, otro susto menos. Pobrecica.
A los cuarenta minutos subimos al autocar otra vez. Me despierta un hombre cuando llegamos a Albacete... pierdo la postura perfecta que acababa de encontrar, y me pide que retire la mochila, que quiere sentarse, por suerte no se enfada conmigo por haber ocupado su sitio. Luego se irá a otro asiento okupando como yo 1 par de sillas/butacas (tened en cuenta las horas de viaje y el poco espacio en los autobuses baratos de Alsa). Hasta ahí suena moderadamente horrible.
Nada a comentar hasta Valencia. Si todo lo demás más o menos era aguantable y en cierta medida incómodamente normal, ahora viene el plato fuerte. Un energúmeno descubre mi existencia. Hay sitios dobles a ambos lados del autocar. El individuo en cuestión, pero, busca una víctima y okupa con los agravantes de nocturnidad y alevosía el asiento destinado a poner los pies de Aighash en algún sitio que no sea su cogote (algo posible pero molesto). Esta especie de ser que lo que más le define es su condición de macho, cree que en este país las chicas son casi como las putas: les dices cuatro cosas y te las llevas al catre. La diferencia básica es que no hay que pagar. Aighash intentando dormir a pesar de los miasmas que emanan de la boca de un desconocido que le pregunta: si tiene padre, madre, hermanos, donde vive, si estudia, que estudia, de donde viene (la respuesta fue "de ir a ver a MI NOVIO", aunque se ve que no le quedó muy clara)... Y el autobús para. Me calzo y cojo la mochila para sentarme en otro sitio. Pido que me deje pasar al espécimen inferior que me está tirando los tejos. El muy animal de bellota me dice que aún no estamos en Barcelona. Le digo que quiero dormir y que hay otros sitios en el autocar con dos asientos donde poderlo hacer. Intento añadir con la mirada de odio: donde TÚ no estés dándome por saco. A lo que ese ser inmune a miradas fulminantes responde empleando su regulero castellano: ¡Ah, quieres estar sola para dormir! Sí, a las 4 o 5 de la mañana y sin ningún otro entretenimiento que no sea tener que oír a según que animal de más de 40 años ligando con una chica (pequeñita y mona -_-...) de 20, es lo que tenía pensado hacer, que quieres que te diga. El sujeto, muy caballeroso él se cambia en el asiento de enfrente mía... mirándome fijamente todo el rato a ver si yo volvía a abrir los ojos y poder darme la lata otra vez aprovechándose de que no tengo escapatoria. Pero tengo padres, un hermano, y sobretodo, mi abuela vive en mi casa, sé tener los ojos entornados viendo a ese ser detestable escudriñándome y aún más importante, sé hacerme muy bien la dormida. Supongo que se quedó frito, francamente, no tenía ganas de controlar a ese indeseable todo el montón de horas que le quedaban aún al viaje e intenté dormir un buen rato.
Son las 7 de la mañana y llegamos a la estación de servicio de la Aldea, en el Delta de l'Ebre. Vamos la chica de detrás mía y yo a "desayunar", ninguna de las dos tiene hambre y le comento que desde Valencia tengo un tío al lado dándome el tostón. Aprovechamos que tenemos al conductor cerca para comunicarle que nos estamos helando. Tengo que hacer de interprete, mi inglés es malo, pero junto al de mi compañera de viaje, es el mejor que había por allí. El inglés del resto de gente era el "hablo-despacio-y-a-gritos-pa-que-mentienda", con que la chica (de la que no recuerdo el nombre, más que se apellidaba Lee) después de cada grito se quedaba mirándome con cara de "¿pero-que-me-ta-diciendo-este-tío?". En fin, un poco cruz, porque yo no acababa de entenderla, ella no acababa de entenderme a mi, y el conductor solo me entendía a mi. Le dije que apagara el aire, le dije a Lee lo que acababa de decir y la continuación del viaje fue húmeda (había una niebla que no se veía NADA) y caldeada por un montón de gente respirando en un cubículo demasiado pequeño.
Pero no solo fue caldeada. El ser tocapelotas ahora tenía la certeza de que yo estaba despierta, así que volvió a la carga. Me preguntó por toda mi familia, por mis amigos, por mis aficiones y predilecciones. Para que se diese un poco por vencido hacía como que no me enteraba. Me empieza a preguntar el móvil y por supuesto aún me hago más la tonta. Le digo que no tiene batería y que no me lo sé. Pero no se da por vencido, me pregunta si dentro del móvil tengo la tarjeta, donde lógicamente vendría el número de mi teléfono. Cojo el teléfono como diciendo: ¡Oh!¡Buena idea! Abro mi móvil, saco la batería, veo mi tarjeta intacta en su sitio... y pongo mi cara de "oh-Dios-mío-me-he-dejado-la-tarjeta", una dramatización perfecta. Mi cara de angustia y desasosiego coló, mi voz casi en un llanto diciendo que me había dejado la tarjeta en casa de MI NOVIO le demostró que no mentía como una vellaca. Mi "joder, tendré que duplicar la tarjeta" con cara de fastidio coló de una forma asombrosa. Pero como seguía haciendo como que lo que me decía no lo entendía para que pasara de mi, para que yo lo oyese mejor, volvió a ponerse a mi lado a decírmelo bien cerquita de la oreja. Le dí una tarjeta de metro usada porque estaba empeñado en darme su número, le dejé un boli y lo apuntó. Para decirle un "seguramente no te llamaré" le enseñé el follón de mi mochila y le dije que seguramente no encontraría la tarjeta. El tío, pero, tenía recursos y se aseguraría de que me acordase de su puñetero número el resto de mi vida. La idea del siglo: apuntar su teléfono en mi mochila, en la etiqueta de goma donde pone Samsonite. Todo sonriente coge el bolígrafo esta vez con intención de usarlo para mancillar mi amada mochila y con gritos de "¡NO! ¿¡PERO QUE HACES!?" de fondo y con muchos "NOs" repetidos uno detrás del otro atropelladamente, corrompe la perfección de mi mochila. Mi mochila con la que hice el Camino de Santiago, que me ha acompañado tantos años, que me ha visto crecer. Mi sacrosanta mochila profanada por las manos impuras y lascivas de ese gran CABRONAZO. La mochila que ni siquiera mis amig@s y compañer@s han logrado pintarrajear, va ese degenerado y la pintarrajea sin escrúpulo alguno. Alegremente, levanta la cabeza y se vanagloria de su idea diciendo que ahora si pierdo la mochila, sus pezuñas apestosas podrían recibirla y devolvérmela.















Después de ese acto tan depravado y de seguir oyendo su voz le suelto un "¡yo qué sé! ¡Quiero dormir!" y se calla. Espero a ver si se va de mi lado como la otra vez, pero no, se arrepapa aún más en el asiento quitando el reposabrazos para pegarse más. Lo vuelvo a poner y me pregunta: ¿Quieres que lo quite para tener más espacio? Me tienta la posibilidad de responderle: Se que no entiendes la palabra NO pero... NO LO QUITES! POR LO QUE MÁS QUIERAS! Era lo único que me separaba de su cabeza colgando hacia mi persona y le pido que por favor no lo vuelva a quitar. Noto como cada vez se va arrimando más. Cada vez que noto su brazo tocando el mío me arrincono tanto como puedo, hasta que acabo aplastada contra la ventana intentando seguir fingiendo que dormía. Como no me ve la cara, ahora aplastada contra el cristal, puedo disfrutar de una vista espléndida digna de un Turner, con un sol de un naranja intensísimo dejando pasar su luz entre la espesa niebla, maravilloso... hasta que una mano me pasa a escasos milímetros de la cara para correr la cortina y como no también su cuerpo se abalanza sobre mi asiento y sobre mi mientras decía: ¡así no te molesta la luz! Reviento y le digo claramente: ¡DÉJAME TRANQUILA UN RATO, ANDA! Y si habéis visto que las indirectas muy directas no funcionan, veréis que las directas en toda la cara tampoco. El tío se queda otra vez mirándome desde su asiento, yo con los ojos entornados a ver si se iba de una vez. Parece que por fin vaya a irse, pero no, aún se espatarra más a ver si me soba un poco. Yo contra la ventana. Cierro los ojos a ver si se va, pero sigue ahí, lo sé. Supongo que por cansancio y estrés me duermo y cuando abro los ojos ya no está, supongo que se habría satisfecho de alguna manera que espero desconocer toda mi vida, pero no estaba ni en los asientos de al lado ni en ningún otro sitio visible, ¿se habría bajado ya?
Acaba el viaje. Como no tenía móvil no esperaba que mis padres me fuesen a buscar, así que me dispongo a bajar, coger el ascensor para ponerme al nivel de la calle y coger el metro. Voy con Lee para coger el ascensor, con todas las maletas, la mochila y la guitarra... y me encuentro otra vez... ¿a que no lo adivináis? Con el tal "Alí" ese. Le hago cara de sufrimiento a mi compañera de tragedias que también pone cara de circunstancias mientras el anormal ese se coloca a nuestro lado dentro del ascensor. El último contacto. Nos deshacemos de él y al lado del metro Lee y yo nos despedimos. Una chica majísima, a saber lo que pensaría de mi y de mi horrendo inglés, pero a mi me ha caído muy bien, además es una cucada de niña (que seguro que tiene más años que yo, pero bueno).

Como me dijo Yanoll: "hay hombres que no entienden un no que no vaya acompañado de un cuchillo o un conjuro de fuego"

Conclusiones dramáticas:
  1. Todo ser que me piropea o se interesa por mi (excepto mis amig@s) son vagabundos, gente asquerosa o bien indeseables
  2. Mi inglés, que en algún momento fue aceptable he visto hoy como se ha convertido en lo que nunca quise que se convirtiese: en algo digno de ser hablado en la ESO
Curiosidades:
  1. El asiento con el número 42 a pesar de todas las peripecias que he pasado no me ha abandonado, Es más, me ha atraído... ¿será el sentido de la vida?
Curiosidad offtopic:
  1. La Universitat de Barcelona es, por segundo año consecutivo, la única universidad en España, situada entre las 200 universidades mejor valoradas del mundo y entre las 100 primeras de Europa, según el "Academic Ranking of World Universities", que publica anualmente la Universidad Jiao Tong de Shangai.
La pregunta: Vamos, ¿que las demás universidades en España son aún peor? Pues me lo creo poco. ¿En que se basan para hacer estos ránkings?

Blogger Aighash

13 comentarios:

河曲勝人 - Kawano Katsuhito dijo...

¡Menudo viajecito! Como para plantearse volver a coger un autobús de esa compañía nunca más, aunque es obvio que ellos no tienen la culpa de que entre sus clientes haya que contar a un pervertido acosador de veinteañeras como ese...

De verdad que lo que cuentas es digno de cualquier película de terror de hoy en día: atrapada en el autocar, con todas las incomodidades propias del viaje y por si fuera poco teniendo que soportar el acoso de ese individuo (menos mal que había más gente, testigos potenciales, que si no....), que incluso al acabar el viaje todavía quería seguirte hasta el metro...

¡y encima sin batería en el móvil!

Esto último no es nada recomendable, te aconsejo vivamente que procures que no te vuelva a pasar. ¡En los viajes el móvil hay que llevarlo SIEMPRE con la batería recién cargada y con bastante saldo! Así, en este caso, a la mínima que el acosador se excediese, tú podrías haberle amenazado directamente con llamar a la policía para que le estuvieran esperando en la misma parada nada más bajar del autobús, y eso habría bastado casi con toda certeza para que ese tipejo, seguramente en el fondo un cobarde como todos los de su especie y al que no le habría hecho ninguna gracia la idea de tener que vérselas con los "maderos", y menos aún con tantos testigos de tu parte, te dejara en paz de una vez por todas).

En fin, por lo menos puedes decir para tranquilidad tuya y de todos que no te ocurrió nada verdaderamente grave. Y la verdad es que has tenido suerte, porque nunca se sabe de qué puede ser capaz gente así. Me alegro de que llegaras bien a tu casa y que esto que nos cuentas sólo se haya quedado en un viaje desagradable.

Y en el lado positivo... pues mira, por lo menos pudiste disfrutar de unas bonitas vistas nocturnas, ¡e incluso potenciaste tus relaciones internacionales y practicaste tu inglés! ;-)

¡Saludetes!

Aighash y Moreloth dijo...

De Barcelona-Granada y viceversa solo hay una compañía. Alsa de hecho tiene prácticamente el monopolio de las distancias largas en lo que respecta a autobuses.
Es que además es el típico acoso que molesta y te da por saco ahí disimulando para que nadie más lo vea. Además el tío diciéndome que le llamara, que un día quedásemos. La única que se dio cuenta fue la chica coreana a la que se lo conté, porque como estábamos en los últimos asientos del autocar casi no había nadie. Lo que me daba miedo es de que si yo me cabreaba hubiese sido más grave. Así que salvo escasas ocasiones en que solo me pasaba por la cabeza la idea de patearlo y lo mandé a paseo (no lo "comprendió", obviamente, por eso se quedó allí) intenté no perder los nervios.
Hay gente que precisa de castigos cortantes y una castración bien dolorosa. Y mira, fue impertinente, fastidioso. Se puede intentar olvidar porque no lo volveré a ver, por suerte, pero que además haya dejado la marca del zorro en mi mochila... vamos, ya lo demás es para denuncia, pero no poderlo borrar aún me toca más las narices. Sé que parecerá idiota, pero mi mochila tiene un enorme valor sentimental para mi.
Ahora recuerdo, en Algeciras un tío de Marruecos que me obligó a que le dejase ayudarme a llevar la maleta y también me pidió el móvil. Aunque el tío era más majo, más guapo y más joven, no me gustó mucho tampoco.
Pero ¿que narices me ven esa gente? Si iba con una camiseta de manga larga negra como el betún, unos tejanos igualmente negros y el pelo algo pringosillo. Además soy más bien feílla. ¿Que les pasa? ¿Les pone mi pulsera de pinchos?

Estoy por dejarme bigote. Y sí, tendré que cargar el móvil siempre antes de irme -__-, siempre lo hago, ha sido un error por mi parte.

Por cierto... ^^ me alegro mucho de verte por aquí, Katsu. Y también que reacciones así :).

Saludos

(Aighash)

Avius dijo...

Bueno, lo que resume mi opinión al respecto ya lo has puesto tu en tu post: "hay hombres que no entienden un no si no está acompañado de un cuchillo o de un conjuro de fuego". Fortuitamente, no soy uno de ellos XD Para el proximo viaje, ya sabes: si te fallan los conjuros de fuego, un mechero puede servir igual.

Besos

Yanoll

河曲勝人 - Kawano Katsuhito dijo...

"La única que se dio cuenta fue la chica coreana a la que se lo conté, porque como estábamos en los últimos asientos del autocar casi no había nadie."

Ah, yo pensaba que el autobús iba más lleno de gente, quizás he leído mal. En ese caso, quizás lo mejor habría sido que volvieras a los asientos de delante o a la zona del autobús con asientos libres en donde hubiera más gente, o incluso, si fuera posible, cerca del asiento del conductor, de tal forma que si el baboso te volviera a seguir hasta allí, los demás viajeros pudieran darse cuenta de lo que sucedía.

¿Que te sigue molestando? Pues vas tú y le plantas cara en voz alta, delante de todos, armando una escena en toda regla si es preciso, y allí mismo le amenazas claramente con que, o te deja en paz, o llamas a la policía (o si no tienes batería le pides al conductor o algún viajero que lo haga). Ya verías cómo así se lo pensaba dos veces antes de seguir insistiendo. Aunque es cierto que según el temperamento del individuo pudiera ser que llegara a reaccionar peor, en una situación así lo más probable, como te he dicho, es que al acosador le bastara para desistir de su actitud simplemente con la posibilidad de llamar la atención y verse descubierto ante todos los demás pasajeros (porque trataba de disimular, como tú dices), y sobre todo con la sola idea de tener que darle explicaciones a la policía o a la Guardia Civil contando tú con testigos.

En fin, en cualquier caso las cosas sucedieron como nos has contado, y por fortuna saliste bien librada. Eso es lo principal. Ah, y no le dés vueltas a lo de si eres más o menos agraciada físicamente, porque (al margen de que seguro que lo dices por modestia) no creo que eso tenga importancia. Esa gente va a lo que va, y a lo que va es sobre todo a lo que por la razón que sea consideran que son "presas fáciles"... y para eso no hace falta que seas una "top model", ni muchísimo menos. Simplemente, ese día... tuviste la mala suerte de que te tocó a ti.

Por cierto, en vista de que según cuentas en tu comentario esta no ha sido tu primera mala experiencia de este tipo, te recomiendo que en cuanto puedas te compres un spray de pimienta, de esos para autodefensa, y lo lleves siempre a mano. Quizás así la próxima ocasión que te ocurra algo parecido (que ojalá no la haya nunca, por supuesto) no necesites insistirle mucho al baboso de turno para que se replantee lo de seguir dándote la brasa.

"Por cierto... ^^ me alegro mucho de verte por aquí, Katsu. Y también que reacciones así :)."

Bueno, es que, aunque comento poco, sigo leyendo vuestro blog, nunca he dejado de pasarme por aquí siempre que puedo y que lo actualizáis. ^_^ Y en cuanto a mi reacción... qué quieres que te diga, es que después de leer algo como esto, no puede ser otra.

(Ah, una cosa más: que tu mochila tenga tanto valor sentimental para ti y por eso te haya dado tanta rabia que te la pintarrajearan, no me parece en absoluto idiota... ¿por qué debería parecérmelo? Al contrario, lo veo lo más normal del mundo)

Aighash y Moreloth dijo...

Creo que básicamente hay gente que no entiende que el hecho de no mandarles desde el principio a la mierda no es más que simple educación.
En este caso el tío se ha excedido de MUCHO. Al principio creía que es que le había quitado el sitio, pero cuando fue dando más por saco... vamos, xD estaba dormida pero hay momentos en que ya no cuela.
La verdad es que simplemente me molesta que la gente sea tan descarada. No voy pidiendo el móvil a todo ser viviente con el que cruce dos palabras.
En este caso la verdad es que tenía que haber montado un pollo desde el principio. A todas las chicas les han pasado cosas parecidas y deberíamos tener menos reparos en llamar la atención si la necesidad lo pide.
En algunas ocasiones, como el tío de Algeciras, es solo incomodidad, aunque la intención no era mala. Otras veces es puro acoso y si el otro no lo percibe así, pues que se vaya acostumbrando ^^U.

Bueno, ahora ya hablo por hablar, no es algo nuevo y todo el mundo con un mínimo de entendimiento es capaz de comprenderlo.

Gracias de todos modos ^^

(Aighash)

Ladrón de mandarinas dijo...

Ahá, un grito de banshee es más efectivo que un conjuro de fuego.

Deka Black dijo...

Manda huevos que mi primer comentario aqui se apor una cosa asi... A veces a uno le da una vegüenza increible tener pene, como tu dices.

No se que decir,, la verdad. Solo que por fortuna no ocurrio nada. Y que aunque cansada y desehecha, te libraste de ese grandisimo hijo de (mejor me callo, que me caliento. tengoi la sangre ahora mismo como el cantabrico con mar arbolada).

En fin... lamento que tuvieras que pasar por esto, de verdad :( Y espero que el proximo comentario sea por algo más alegre ;)

Aighash y Moreloth dijo...

Deka: No te preocupes XD. De vez en cuando pasan cosas de estas y bueno, me da especial rabia, por eso lo he posteado con pelos y señales. Salvo una vez que un tío me soltó a media voz como con vergüenza un guapa XD (la única vez que me ha hecho algo de gracia), el resto de veces (a parte de dudar mucho de su sentido estético) esta clase de gente me da infinito asco.
Y lo de lucir un pene... XD vamos, que yo no sé como el tio ese se enteró de que yo no lo lucía con la mortaja que llevaba encima y sin verme la cara. Creo que fue por el pelo de 1m de largo... aunque por las mismas podría haber sido Loth o mi hermano XD, esta vez tuvo suerte y acertó.
Sé de sobras que ninguna persona "normal" (normal tal y como lo entiendo yo) como l@s que visitáis el blog utilizáis vuestros miembros como un estandarte ^^U, no me importa lo que se guarde en cada pantalón XD y menos si se hace alarde de ello. Vergüenza les tiene que dar al resto.

Aunque sea en otro de mis posts quejándome de lo mal que está el mundo, me alegro muchísimo de que hayas comentado. Bienvenido pues ^^.

(Aighash)

Deka Black dijo...

De nada ;) la verdad es que yo en mis pantalones guardo las llasves de casa. enelbolsillo, quiero decir :P

Aighash y Moreloth dijo...

"Le hago cara de sufrimiento a mi compañera de tragedias que también pone cara de circunstancias mientras el anormal ese se coloca a nuestro lado dentro del ascensor. El último contacto. Nos deshacemos de él y al lado del metro Lee y yo nos despedimos."

Sí. El ascensor no es mal sitio. Sin testigos. Luego salís por el techo de la cabina y...
Lo del spray de pimienta no es mala idea. O aprender a retorcer brazos. O unos alicates...
En fin... ahora en serio. Ese tipo de gente no merece más que lástima. Ello no resta un ápice de repugnancia a la situación, ni de justificación a tu asco, ni de autoridad moral para mandarlo a paseo -o montar numeritos o incluso defenderte si procediese-. Pero bueno. Tienen culpa los asnos de ser tan... asnos?
Animalico.

(Moreloth)

Anónimo dijo...

Pablo, no sé si los asnos tienen la culpa de ser asnos... Pero ese tío era un repugnante cretino cabronazo malparido q en mala hora nació y q me cago en su puta vida, porque para estar tocandote las narices (e intentando arrimarse y rozarte) durante horas bastante intención hay que tener.

El otro día vino Ari a mi casa y me lo explicó y ¡joder! joder es q me hubiera gustado estar allí porque le habría pegado un guantazo que lo habría tirado al suelo y le hubiera arrancado los huevos o le hubiera sacado los ojos... Ok, no hubiera hecho nada de esto (aunque no por falta de ganas, sino pq luego es a tí a quien denuncian), pero como mínimo le habría pegado unos gritos que despertasen a todo el autocar. Dios Ari me pusiste de mal humor. Ahora lo he leído aquí y me está dando el punto otra vez.

Aggg avisadme alguno de los dos cuando Pablo/tú esté/s x aquí XD

Aighash y Moreloth dijo...

Xi... ya... bueno lo del guantazo me creo que lo habrías hecho xD. Y siempre te avisamos cuando estamos uno, otro o los dos en Barcelona XD. Hay dos excepciones: cuando hay pocos días y cuando nos olvidamos por trabajo o porque somos un par de alelados, aunque tampoco suelen darse mucho XD.

Ahora da igual. Supongo que no le metí 4 gritos precisamente porq me paso el día alelada. Q guay, Arueta con el punto karateka XD. Mi guardaespaldas! XD
Nos vemos ^^

(Aighash)

CosaRara dijo...

Dame su numero de telefono que meloc argo por ti ò.o

pd. la proxima metele un ostiazo con la mochila o di que eres lesbiana(esto ultimo a mi me funciono varias veces llendo a la empresa de practicas este año... =_=)