28/4/13

Ramillete de nuevas experiencias

Hola, Pequeños míos. Estoy en Granada desde septiembre. Moreloth trabaja de residente de cirugía y de estresado a tiempo completo y yo solo trabajo de estresada.

Vivimos en un piso de 75m cuadrados y aunque, en mi opinión, tenemos demasiadas cosas, también nos sobra el espacio por todos lados. Tiene un balcón de color marrón oscuro que me estoy apresurando a rellenar de plantas (antes de que los recalos se lo lleven, ya cayó un trozo de balcón el otro día que afortunadamente no hirió a nadie), a poder ser aromáticas y que con tener luz les valga, pues el sol nos visita pocos minutos al día. Es uno de los pocos inconvenientes que tiene, que está en un patio interior relativamente estrecho, así que al ser un piso bajo tejado se calienta la casa entera pero no vemos nunca quién lo hace. Podría añadir que tenemos una persiana rota, varias luces del techo que se niegan a funcionar desde hace varios meses (casi desde que llegué), y un recalo en el estudio que parafraseando a Malcolm de Jurassic Park me hace pensar en que la "naturaleza" se abre paso, tanto si Moreloth quiere como si no.

Casa a parte, llevo desde hace un año o incluso más teniendo que hacer un trabajo sobre Eduardo Paolozzi en inglés y es el único que me impide finalizar la licenciatura, cuya conclusión se va haciendo cada vez más apremiante debido al cambio de plan. Curiosamente, es un trabajo que debería llevarme un mes, pero le tengo un terror horrible. Terror a encararme a él, a finalizarlo, a lidiar con la burocracia que me va a invadir en cuanto lo termine y aunque parezca mentira, a terminar la licenciatura. No cambiará especialmente las cosas, es "solo" una barrera mental. Prefiero fregar mil veces la casa a hacer el trabajo en cuestión. No está impoluta, pero logro mantener la entropía controlada de alguna forma. Es insólito, pero desde que estoy aquí, cocinar se me antoja una montaña, así que pocas cosas buenas hago.

Es relativamente curioso no vivir en casa de los padres de uno y establecer normativas propias. Moreloth se salta mis reglas y yo las suyas. Suele tener por costumbre vivir en la más absoluta de las penumbras, en un búnquer donde no entre la luz del sol ni se sepa nada del exterior. A mi me gusta tener las ventanas abiertas y oír las golondrinas, aunque últimamente en todas las ciudades hay más vencejos que golondrinas, yo los disfruto igual. Hace unos días vi a algún tipo de águila sobrevolar la ciudad con las alas inmóviles, a penas si la podía distinguir, pero eso da igual.

Conozco todavía poca gente y Amigos próximos de verdad tengo básicamente a Moreloth, cuya agorafobia es legendaria. Para distender el ambiente (es sarcasmo) tenemos a nuestro Señor Oscuro de todas las cosas, un cobaya llamado Tesla, y es que ¿cuál es la gracia de ser mono si no puedes gobernar el universo? Al pobre, para frenar sus instintos megalómanos, de vez en cuando le hacemos un trasquilón en su maravillosa y tupida melena (la cual no me da vergüenza envidiar), también para evitar la creación de inmundas rastas. Nuestra compañía no es de su gusto, aunque ayer se quedó traspuesto en nuestro regazo, creo que fue más una muestra de desprecio, aburrimiento y cansancio que de afecto.

Supongo que voy a seguir hablando sobre mi y sobre qué voy haciendo. Moreloth dudo que vuelva a escribir, y aunque me prometí que no volvería a escribir en este blog hasta que él no hiciera acto de presencia, no tengo ni ganas ni obligación de irle detrás para que él también mantenga vivo el blog. Hoy he llegado a la conclusión de que he conocido a demasiada gente maravillosa gracias a este blog como para dejarlo morir en la red, y que no escribir por hartazgo de ser Pepito Grillo hace que deje agonizar estas amistades.

Pd: Fotos de Tesla y las plantas (a la izquierda abajo se ven unos garbancitos que he plantado).


Gordi, la gata de la vecina, tratando de dar caza a Tesla.


Blogger: Aighash (y para siempre a partir de este post, me temo)

29/8/10

¡Harta! ¡HARTA!

Estoy harta, así que hoy publico pitos y culos artísticos:






Más ADV

Dado que sé que no me los van a publicar:

Hoy, estando en época de exámenes, iba a meterme un atracón compulsivo de comida, pues es el último placer que me queda. Justo cuando iba a hincarles el diente a mis víctimas, me han recordado que me estoy poniendo como un manatí preñado. Adiós a mi única vía de escape. En cinco minutos seguía estudiando... pero con lágrimas en los ojos... ¡JO!. ADV

Hoy estaba en casa de mi amigo cenando junto a su padre. Éste nos ha traído los postres (higos) en una bolsa de la compra. Mientras los estábamos pelando, mi amigo se ha girado y nos ha preguntado extrañado "¿y los higos hasta dónde se pelan?" con una berenjena en la mano a medio pelar. Atónito, su padre logró romper el silencio con un "...inaudito". ADV


Blogger: Aighash

4/8/10

Hoy, echo de menos poder pedir pizzas por internet. En Barcelona no veo ningún sitio donde se ofrezca este servicio. En una ciudad minúscula de Alemania como era Göttingen, hay una página con montones de enlaces a restaurantes y pizzerías para pedirles los encargos. ADV

Si a alguien le interesa, la web sirve también para el resto de Alemania:
http://pizza.de

Blogger: Aighash

9/6/10

Ansia

El exceso de horas de trabajo y aún más horas de estrés sin trabajo, combinadas con el exceso de horas de "aburrimiento destroyer" y de auto contemplación repleta de pasotismo, me llevan a un estado constante de sueño, en el que sistema parasimpático campa a sus anchas por doquier en mi cerebro.

Teniendo en cuenta el porcentaje de momentos de erotismo desbordante que he vivido últimamente (sí, es sarcasmo), la arteria artística que llevo dentro, junto con la de la gula y las acciones fisiológicas destinadas a la evacuación (los grandes placeres olvidados de la vida, elogiados por Quevedo en su pequeña gran obra "Gracias y desgracias del ojo del culo"), se ha decidido a sustituir el resto de salvoconductos taponados. Esta arteria artística, por cierto, está al borde del aneurisma, pues si bien tiene la de la gula (y otros) como válvula de escape, estas no sirven más que para saciar las horas depresivas, pero no las de la histeria absoluta y absurda combinadas con las de lujuria insatisfecha.

En estas horas me pasan por la cabeza muchas cosas. El Banana Split es el postre que más me apetece, diga Freud lo que quiera, actualmente fijo que acertaría. De hecho, en la casa ya nos surtimos de Nutella y plátanos.

Son horas en las que lo que más me apetece es coger un lienzo quilométrico y embadurnarme las carnes de pintura para revolcarme por el algodón blanco (puede ser lino, pero es más caro). Desnuda más que nada para no tener que lavar ropa luego, a parte de que si estuviera sola dudo que me vistiese todos los días y menos con el calorcito actual. Hacer la croqueta sabiendo que manchas alguna cosa por el camino es divertido ¿no os parece?

Como no puedo tirarme y revolcarme al más puro estilo Yves Klein en sus antropometrías, he decidido pintar... punto. Así que, a pesar de dejar bastante congestionada la arteria antes mencionada, por lo menos me mantiene a salvo de la locura por algún tiempo indeterminado. Tengo que mantenerme al margen de las noticias de actualidad si quiero seguir cuerda durante unas cuantas horas más.

Así que una vez más, la obra será hecha teniendo en cuenta materiales a mano que me permiten no dejar mi cuarto de reducidas dimensiones lleno de trastos y artilugios fáciles de sacar, difíciles y engorrosos de guardar. Resultado de recursos con estas características: el Paint.

En ella se pueden ver mis ganas de mimitos en general, sobretodo en la camita antes de irme a dormir y después de hacerlo. Imaginad que mide unos 2 metros y medio de alto por 1'5 de ancho y que no tiene el marco que he dispuesto para ella, hecha toda con acrílico con montón de pigmento y engrudo. A parte de que sería menos cursi y evocador si hubiese podido pintar con las manos, método mucho más práctico que el ratón del ordenador.

Seguramente si dispusiese de una superficie lo suficientemente grande, en vez de mis ganas de mimitos, habría plasmado un inmenso pene acompañado de sus testículos correspondientes, vamos, lo que todo el mundo llama pollón. Sí, estoy necesitada, no paso mis apuntes de algunas asignaturas a mis compañeras por la gran cantidad de pollas, culos y pechos, artísticos todos ellos, que he dibujado durante las últimas clases. Eso sí, son muy bonicos todos, algo que no se espera de obras dedicadas a según que partes de la anatomía, concretamente las pollas, pues el resto tienen su estética y exhuberancia, ya obvias después de ser plasmadas durante siglos y siglos de monopolio masculino en las artes.

Así que después de tal discurso, mi dibujo os parecerá muy light:


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27/5/10

El nuevo Paint

Haciendo un trabajo del Duomo de Milán y cansada de estar metida en el Word durante demasiado tiempo, he empezado a dibujar. En el Paint nuevo (que viene con el Windows 7).

Es un programa sencillo, pero la verdad es que lo estoy disfrutando bastante. Antes te permitía hacer muy poco. Ahora os demuestro el resultado del nuevo. No es un Photoshop, es un programa sencillo, pero por lo menos te deja dar toques expresivos a los dibujos.

Un abrazo, ¡nos vemos ^^!

Blogger: Aighash

7/3/10

Ricas intenciones: Kéfir

Hace muchos años, cuando era bastante pequeña pero suficientemente mayor como para recordarlo, mis padres tenían en la cocina un bote que cuando llenaban de leche, al día siguiente se había convertido en una especie de yogur que filtraban antes de tomarlo. No recuerdo cual era el procedimiento que seguían, lo he reaprendido a través de internet. A muchos les sonará esta rutina y más a los que busquen según qué palabras clave a través de internet y lleguen a este oscuro sitio, estoy convencida.

Si no sabéis a lo que me refiero, esto es el quéfir o kéfir. La leche no se transformaba por arte de magia (bueno, para mi sí lo hacía) si no que había unos gránulos informes que lo hacían por ella (por la magia). No os contaré ni qué es ni como se prepara, de eso se encargan miles de páginas, autoplagiándose continuamente. Os paso la Wikipedia con la búsqueda ya hecha.

El problema es que llegó un momento en que quizá por pereza o por alguna otra razón, en mi casa la rutina esta del quéfir se acabó y fue la última vez que lo probé. ¡Aixs! Aún recuerdo cuando estudiábamos los reinos animales, en ese momento los hongos, en primaria y teníamos que llevar un ejemplo en clase y todo el mundo con su seta, excepto yo, la frik... digo... la original, que guardé algo de kéfir en un bote pequeño en la nevera y cuando lo llevé a clase apestaba un poco y el bicho estaba un tanto fiambre. Ahora que lo pienso, volví a probarlo (o algo así) cuando en Alemania compré algo que decía ser quéfir, y realmente estaba buenísimo pero dudo que lo fuera.

El caso es que estoy buscando por internet a alguien que me pueda enviar o pasar de alguna manera algunos de estos hongos. Es posible que el lunes cuando vaya al herbolario me los den, pero por si acaso, me adelanto un poco.

Una vez los haya adquirido, se duplica su número cada mes, por lo tanto, quien no tenga y viva en Barcelona quedamos de alguna forma y se lo doy en mano. Si alguien me lo pide muy "por favor, por favor, por favor", también se lo mandaría, aunque en tal caso puede pasar cualquier cosa, no aseguro que acabe vivo. Para esa gente admirable que confía su dirección postal a una desconocida a cambio de leche fermentada, que envíen un correo a kethihel@gmail.com.

Soy buena gente y no dispongo de ántrax, aunque solo podréis comprobarlo si respondo a vuestras súplicas y seguís vivos como para comer kéfir con vuestros familiares, amigos, conocidos, desconocidos o solos como búhos. No sé muy bien como lo enviaría ni cual es el método habitual, así que los interesados, en un principio deberíais asesorarme y si os tengo confianza por alguna razón, os daría mi dirección para que me enviaseis una carta con franqueo pagado. Antes había una persona por internet que hacía esto, pero ahora está en Israel - Palestina, no sé donde exactamente.

Que la Fuerza os acompañe, mis pequeños jedis.

Blogger: Aighash