28/10/08

La historia de nuestras mascotas Rodolfas las arañas

Últimamente tenemos una nueva mascota entre nosotros. Su nombre es Rodolfa III. El nombre de Rodolfa viene de hace un tiempo:

No recuerdo si fue este verano o el pasado, que encontramos una arañota enorme, gorda y peluda en el jardín/sabana de Moreloth. Se barajaban varios nombres para tan asombroso bicho: Ungoliant, Ella, Bicharraco Melenudo, Ataulfa, Rodolfa, Rodorica... Todos ellos, nombres muy apropiados para un animal desagradable y que a todos producía una especie de asco atábico. No sé si recordaréis el post sobre el sublime que publicó hace tiempo Shinnee, que habla sobre un punto de vista romántico del sublime; aquello que nos supera, aquello inmenso o inabastable, que produce una sensación placentera de impotencia y, ciertas veces, terror u horror. Precisamente este sentimiento es el que nos producía Rodolfa I, que tiramos a los cipreses que cercan el jardín de Loth para que la bisagra de la puerta vidriada no la convirtiese en una preciosa postal de Halloween.

Rodolfa 1.1. era una araña que encontramos aquí en Göttingen. Era asquerosilla, enorme y gorda como ella sola... descubrimos que el motivo de su gordura era que llevaba los huevos colgando. La defenestramos inmediatamente tan lejos como la fuerza de nuestro brazo y el grito de asco nos permitió (ese último creo que fue el que más efecto tuvo sobre el vuelo no-motorizado de nuestra amiguita). No le cogimos demasiado afecto.

Rodolfa II era una pizpireta, alegre y pacífica arañota que se comía los mosquitotes de nuestro göttinger cuarto en Rosenbachweg. Me supo mal su muerte a manos de la que hoy llamamos Rodolfa III (luego procederé a su presentación). La encontramos en el cuarto también. Era enorme y asquerosa. Le preparamos un agradable y apestoso terrario donde vivir. Le dábamos comida con regularidad. Aprendió a cazar arañitas de su misma especie y se las comía para nosotros. Fue interesante. Para matar a sus contrincantes les juntaba las patitas para imobilizarlas, luego las deshacía por dentro y, hecho eso, las chupaba cual cabeza de gamba. Fue feliz hasta que le buscamos 2 compañeras nuevas: Rodolfa 2.1., que no duró mucho, y Rodolfa III.

Rodolfa 2.1. era otra araña con huevos como Rodolfa 1.1., aunque poco puedo contar de su estancia en su nueva suite con Rodolfa II y Rodolfa III.

Rodolfa III es un monstruo de la naturaleza. No, no es Lope de Vega, ni tiene don para literatura alguna. Es un animal de patas largas y peludillas, como los pelos de un imberbe (escasos, largos y poco decorosos). Así que llegó al bote de Kartoffel Salat, se lanzó sobre Rodolfa II de forma sádica y violenta aunque muy acertada (Rodolfa II debió atacar primero, pero a pesar de todo, nunca destacó por su astucia). Tanto Rodolfa II como 2.1., se arrinconaron. Una simplemente tenía miedo de su nueva compañera, un tanto superior en tamaño y la otra protegía a sus huevos. Rodolfa II duró aproximadamente 1 hora en la que llevaba días siendo su casa. Rodolfa 2.1. murió un día después. La muerte de 2.1. fue trágica. Rodolfa III le fue arrancando las patitas, mientras a 2.1. se le iban cayendo los huevos de la boca. Finalmente la ató bien fuerte para que no se escapara y se la comió.

Rodolfa III permanece en su trono solitario y manchado de sangre, devorando todo lo que se le pasa por delante.

Fin.


(En el próximo post quiero explicar los descubrimientos hechos empíricamente gracias a nuestras amigas)

Blogger: Aighash

2 comentarios:

-- dijo...

Rodolfa... yo no quiero rodolfas.. de hecho cuando alucino en sueños se me aparecen muchísimas Rodolfas.... madre mia... yo la llamaría Ramona.. a esto le llamo yo a lo que no me gusta.. RAMONAS pero rodolfa.. no queda mal xD

Aighash y Moreloth dijo...

XD a la próxima le llamamos Ramona en tu honor. La verdad es que es un buen nombre para un bicharraco odioso!

Gracias!
(Aighash)