Me alegro de verte por aquí. Me alegro mucho.
Hace ya meses que no publico un post. Tampoco es que ahora tenga grandes anécdotas que contar, pero acaso las he tenido alguna vez?
La verdad es que mi vida no rebosa emociones fuertes últimamente. Salvando, por supuesto, la temporada de exámenes. Acabó ayer, puede que no del todo mal, y la verdad es que de una forma emocionante. A falta de cosas mejores, quieres escuchar mi historia? Sigue leyendo en caso tal.
Gracias por hacerlo! Pues verás... Tras el previo examen de Cirugía, tuve 4 días para el de ayer. Psiquiatría. Lo cierto es que ya estaba muy quemado, y durante esos 4 días me tomé unas vacaciones de 3. Grave error. Llegó la tarde del viernes...
El sábado a las 11'30 me iba a examinaba. Mixto, tipo test y preguntas cortas. Fifty-fifty. Unos 110 folios manuscritos, a dos caras. Letra ajena, pues dejé de ir a las clases al 3er día de la asignatura. El viernes, poco después del almuerzo en la cafetería de la facultad, acabé de subrayar la asignatura.
Pensé que lo mejor era permanecer estudiando allí hasta la noche, dormir 4 horas en casa de mis tíos (justo al lado de la facultad) y despertarme de madrugada para estudiar en la Biblioteca Biosanitaria, que abre 21 horas al día durante temporada de exámenes. Me acosté tarde. A las 5'30 de la mañana siguiente salía a las oscuras, solitarias y frías calles de la ciudad.
Conforme entré en la Biosanitaria bajé a la máquina de café. Me puse uno con leche (bueno, muy bueno, por cierto) y una chocolatina. Subí cerca de las 6 y me encontré con el guardia. "Vamos a cerrar", me dice. Bien... no lo recordaba, pero las 3 horas que cerraba el recinto... eran de 6 a 9.
En la calle antes de las 6 de la mañana. Casi todo por estudiar aún. La poca gente que pasaba intimidaba un poco, la verdad. Resulta que, por suerte, han puesto hace relativamente poco una discoteca roquera frente a Medicina. Me junté a las decenas de personas que reían, se besaban y/o decían "Juan" en la puerte de mi amada facultad. A la luz de las farolas, aterido, comencé a estudiar.
Cerré las discotecas y abrí los bares, como buen juerguista. Pero no antes de ir a la cafetería de Medicina cuando abrieron las puertas para descubrir que, por ser sábado, nadie iba a atenderme allí. Salí y me dirigí a una cafetería cercana. 8 am. Segundo café de la mañana, y unas tostadas de mantequilla (reguleras, todo sea dicho).
Llegaron las 9. "A esta hora permiten ya entrar en las aulas de estudio propias de la facultad", me dije. Cuando pregunté en Conserjería me dijeron que, por ser sábado, tampoco iban a abrirlas. Genial.
Me encontré allí con algun@s compañeros, y decidimos ir a otra cafetería (donde yo le daría el último repaso a mi examen, que llevaba así como...). Tercer café de la mañana. Chistes negros. Discusiones políticas. Entre medias, algún vistazo a los apuntes. A las 11 salimos de la cafetería y me dirigí a la facultad de nuevo. Al borde de la crisis nerviosa, por cierto, porque yo no estoy acostumbrado al café.
A las 2 y pico salía por las puertas del aula. El examen, mejor de lo previsto (aunque eso no significa que apruebe seguro). Subí las escaleras hacia el pasillo principal casi sintiéndome Aragorn cuando entra en el salón del trono de Rohan. La mañana había sido accidentada como pocas otras en mi vida, y sin embargo... había visto amanecer, paseado en círculos bajo las farolas, charlado con un muchacho ebrio, hablado de política con compañeros y hecho ruta por casi todas las cafeterías de la zona. La valoración? Una mañana poco rutinaria. Una mañana bonita. Respecto a las pruebas... no creo que haya sido un triunfo, la verdad, pero había sobrevivido a otra temporada de exámenes. Para bien y para mal, ya quedan menos.
FIN
Bueno. Ahora es cuando empieza la vida de nuevo. Hay muchas cosas que quiero hacer. Y, la verdad, tengo ganas. Al contrario que otros años, esta vez no padezco la depresión post-parto que suele sobrevenirme tras los exámenes. Hoy, sin embargo, tengo tantas cosas pendientes... Y bien está. Por lo pronto, espero partir de aquí a uno o dos días a Barcelona. Hace mucho que no veo a Aigh. Pero eso se acabó, espero. Creo que el siguiente capítulo será mucho más interesante.
Blogger: Moreloth
Hace ya meses que no publico un post. Tampoco es que ahora tenga grandes anécdotas que contar, pero acaso las he tenido alguna vez?
La verdad es que mi vida no rebosa emociones fuertes últimamente. Salvando, por supuesto, la temporada de exámenes. Acabó ayer, puede que no del todo mal, y la verdad es que de una forma emocionante. A falta de cosas mejores, quieres escuchar mi historia? Sigue leyendo en caso tal.
Gracias por hacerlo! Pues verás... Tras el previo examen de Cirugía, tuve 4 días para el de ayer. Psiquiatría. Lo cierto es que ya estaba muy quemado, y durante esos 4 días me tomé unas vacaciones de 3. Grave error. Llegó la tarde del viernes...
El sábado a las 11'30 me iba a examinaba. Mixto, tipo test y preguntas cortas. Fifty-fifty. Unos 110 folios manuscritos, a dos caras. Letra ajena, pues dejé de ir a las clases al 3er día de la asignatura. El viernes, poco después del almuerzo en la cafetería de la facultad, acabé de subrayar la asignatura.
Pensé que lo mejor era permanecer estudiando allí hasta la noche, dormir 4 horas en casa de mis tíos (justo al lado de la facultad) y despertarme de madrugada para estudiar en la Biblioteca Biosanitaria, que abre 21 horas al día durante temporada de exámenes. Me acosté tarde. A las 5'30 de la mañana siguiente salía a las oscuras, solitarias y frías calles de la ciudad.
Conforme entré en la Biosanitaria bajé a la máquina de café. Me puse uno con leche (bueno, muy bueno, por cierto) y una chocolatina. Subí cerca de las 6 y me encontré con el guardia. "Vamos a cerrar", me dice. Bien... no lo recordaba, pero las 3 horas que cerraba el recinto... eran de 6 a 9.
En la calle antes de las 6 de la mañana. Casi todo por estudiar aún. La poca gente que pasaba intimidaba un poco, la verdad. Resulta que, por suerte, han puesto hace relativamente poco una discoteca roquera frente a Medicina. Me junté a las decenas de personas que reían, se besaban y/o decían "Juan" en la puerte de mi amada facultad. A la luz de las farolas, aterido, comencé a estudiar.
Cerré las discotecas y abrí los bares, como buen juerguista. Pero no antes de ir a la cafetería de Medicina cuando abrieron las puertas para descubrir que, por ser sábado, nadie iba a atenderme allí. Salí y me dirigí a una cafetería cercana. 8 am. Segundo café de la mañana, y unas tostadas de mantequilla (reguleras, todo sea dicho).
Llegaron las 9. "A esta hora permiten ya entrar en las aulas de estudio propias de la facultad", me dije. Cuando pregunté en Conserjería me dijeron que, por ser sábado, tampoco iban a abrirlas. Genial.
Me encontré allí con algun@s compañeros, y decidimos ir a otra cafetería (donde yo le daría el último repaso a mi examen, que llevaba así como...). Tercer café de la mañana. Chistes negros. Discusiones políticas. Entre medias, algún vistazo a los apuntes. A las 11 salimos de la cafetería y me dirigí a la facultad de nuevo. Al borde de la crisis nerviosa, por cierto, porque yo no estoy acostumbrado al café.
A las 2 y pico salía por las puertas del aula. El examen, mejor de lo previsto (aunque eso no significa que apruebe seguro). Subí las escaleras hacia el pasillo principal casi sintiéndome Aragorn cuando entra en el salón del trono de Rohan. La mañana había sido accidentada como pocas otras en mi vida, y sin embargo... había visto amanecer, paseado en círculos bajo las farolas, charlado con un muchacho ebrio, hablado de política con compañeros y hecho ruta por casi todas las cafeterías de la zona. La valoración? Una mañana poco rutinaria. Una mañana bonita. Respecto a las pruebas... no creo que haya sido un triunfo, la verdad, pero había sobrevivido a otra temporada de exámenes. Para bien y para mal, ya quedan menos.
FIN
Bueno. Ahora es cuando empieza la vida de nuevo. Hay muchas cosas que quiero hacer. Y, la verdad, tengo ganas. Al contrario que otros años, esta vez no padezco la depresión post-parto que suele sobrevenirme tras los exámenes. Hoy, sin embargo, tengo tantas cosas pendientes... Y bien está. Por lo pronto, espero partir de aquí a uno o dos días a Barcelona. Hace mucho que no veo a Aigh. Pero eso se acabó, espero. Creo que el siguiente capítulo será mucho más interesante.
Blogger: Moreloth
8 comentarios:
...
...
lo siento, no se si echarme a llorar o partirme de risa ^^U
genial, mira que me han contado sucesos paranormales que parecen sacados de un libro, pero esto supera todos los récords de mala suerte XD
mi niño, por dio, fuerte aventura para estudiar!!! o.O
*abrazote fuerte, fuerte*
animo, que seguro que apruebas ^^ pero al menos ha sido una mañana para relatar :D
Joder, y decian que lo del Sheriff Lobo eran desventuras.
Jorl, mi pobre Pablo... =_=U Menuda mañanita desventurada tuviste... En fin, me alegro de que al menos te resultase agradable y no salieses del todo mal XD
Un abrazo
Yanoll
Jajaj muchas gracias a tod@s por vuestro apoyo. No se si aprobaré o no, pero por raro que suene... recuerdo la mañana con cariño!
Sí, es verdad eso que pensais, pero nosotr@s preferimos la expresión "persona de excéntricas costumbres"
(Moreloth)
Este post me ha angustiado un poco. Me has recordado esa época de exámenes en que tenía varias semanas llenos de ellos, semanas que parecía que nunca terminarían. Y por muchos que hagas en tu vida, nunca te acostumbras a ellos. Pero ha llegado el día esperado en que todo ha acabado, tanto si ha ido bien como mal. A disfrutar que te lo mereces! ;)
esto me ha pasado alguna vez... si si.. estoy segura... lo malo no viene solo... pero nunca hay que tirar la toalla! :) tuviste moral eso si :) y motivación, es lo que cuenta.
Hola!
He cambiado de blog. A partir de ahora estaré por aquí:
http://caterinacortes.wordpress.com
Continuaré siguiendo Protocolo7 ;)
Besos!
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