7/3/10

Ricas intenciones: Kéfir

Hace muchos años, cuando era bastante pequeña pero suficientemente mayor como para recordarlo, mis padres tenían en la cocina un bote que cuando llenaban de leche, al día siguiente se había convertido en una especie de yogur que filtraban antes de tomarlo. No recuerdo cual era el procedimiento que seguían, lo he reaprendido a través de internet. A muchos les sonará esta rutina y más a los que busquen según qué palabras clave a través de internet y lleguen a este oscuro sitio, estoy convencida.

Si no sabéis a lo que me refiero, esto es el quéfir o kéfir. La leche no se transformaba por arte de magia (bueno, para mi sí lo hacía) si no que había unos gránulos informes que lo hacían por ella (por la magia). No os contaré ni qué es ni como se prepara, de eso se encargan miles de páginas, autoplagiándose continuamente. Os paso la Wikipedia con la búsqueda ya hecha.

El problema es que llegó un momento en que quizá por pereza o por alguna otra razón, en mi casa la rutina esta del quéfir se acabó y fue la última vez que lo probé. ¡Aixs! Aún recuerdo cuando estudiábamos los reinos animales, en ese momento los hongos, en primaria y teníamos que llevar un ejemplo en clase y todo el mundo con su seta, excepto yo, la frik... digo... la original, que guardé algo de kéfir en un bote pequeño en la nevera y cuando lo llevé a clase apestaba un poco y el bicho estaba un tanto fiambre. Ahora que lo pienso, volví a probarlo (o algo así) cuando en Alemania compré algo que decía ser quéfir, y realmente estaba buenísimo pero dudo que lo fuera.

El caso es que estoy buscando por internet a alguien que me pueda enviar o pasar de alguna manera algunos de estos hongos. Es posible que el lunes cuando vaya al herbolario me los den, pero por si acaso, me adelanto un poco.

Una vez los haya adquirido, se duplica su número cada mes, por lo tanto, quien no tenga y viva en Barcelona quedamos de alguna forma y se lo doy en mano. Si alguien me lo pide muy "por favor, por favor, por favor", también se lo mandaría, aunque en tal caso puede pasar cualquier cosa, no aseguro que acabe vivo. Para esa gente admirable que confía su dirección postal a una desconocida a cambio de leche fermentada, que envíen un correo a kethihel@gmail.com.

Soy buena gente y no dispongo de ántrax, aunque solo podréis comprobarlo si respondo a vuestras súplicas y seguís vivos como para comer kéfir con vuestros familiares, amigos, conocidos, desconocidos o solos como búhos. No sé muy bien como lo enviaría ni cual es el método habitual, así que los interesados, en un principio deberíais asesorarme y si os tengo confianza por alguna razón, os daría mi dirección para que me enviaseis una carta con franqueo pagado. Antes había una persona por internet que hacía esto, pero ahora está en Israel - Palestina, no sé donde exactamente.

Que la Fuerza os acompañe, mis pequeños jedis.

Blogger: Aighash